El Parque de Málaga o Parque de la Alameda, es un parque situado en el centro de la ciudad. El diseño corresponde a un jardín mediterráneo con numerosas especies tropicales y subtropicales, que lo convierten en uno de los más importantes parques públicos de Europa en lo que a flora exótica se refiere. En este paseo con jardines a ambos lados, de carácter renacenctista y barroco, existen especies botánicas de los cinco continentes.
Centro histórico
Se realizó a finales del siglo XIX en terrenos ganados al mar, para la ampliación del puerto en una costosa operación.
El parque se extiende desde:
- La Plaza de la Marina, al oeste (donde destacaremos el famoso monumento del cenachero, vendedor de pescado que en sus cenachos ,espuertas de esparto y cáñamo, lleva el producto fresco de la bahía de Málaga pregonándolo por las calles de la ciudad; un oficio ya desaparecido. El cenachero es, junto al biznaguero o el boquerón, un símbolo popular de la ciudad)
- Hasta la Plaza del General Torrijos, donde se encuentra una de las más famosas fuentes de la cuidad, Fuente de las Tres Gracias), ubicada en la Malagueta, donde se encuentra la Plaza de Toros de la Malagueta.
Se compone de una primera línea al norte de la calzada que lo atraviesa, que está flanqueada por edificios monumentales (Palacio de la Aduana, la antigua Casa del Jardinero Mayor, el antiguo edificio de Correos, la sede del Banco de España y el Ayuntamiento y los Jardines de Pedro Luis Alonso, a su lado, por encima de los cuales asoman los Jardines de Puerta Oscura y la Alcazaba.
Frente a esta zona, junto a una zona infantil, se encuentra un elemento icónico que no sólo identifican a la ciudad, sino que además permiten que la historia cobre vida y que todos seamos protagonistas de ella. Eso es lo que ocurre con el Burrito Platero, una de las figuras más queridas por los ciudadanos (especialmente por los niños) y más fotografiadas de la ciudad. Varias generaciones han posado ya a lomos de esta escultura, hasta tal punto que su parte superior aparece pulida del roce de las telas de tantos y tantos como han querido inmortalizarse junto a él. La escultura, del año 1968 y hecha en bronce, es obra del malagueño Jaime Fernández Pimentel (al igual que el Cenachero). Representa al personaje protagonista del libro Platero y yo de Juan Ramón Jiménez.
Tal es la importancia de esta figura para la identidad de la ciudad que hay un dicho al respecto de ésta que afirma que quien no tiene una foto montada en su grupa ni es de Málaga ni la ha visitado.